sábado, 17 de abril de 2010

Fic Llegando a ti/Yullen/ Capítulo 22.

La casa de su vecina Nadeshiko estaba justamente a tres pasos de la suya, así que, no tardó ni un segundo. Tocó la puerta, y de repente, escuchó unos gritos:

-¡A CUBIEEEEEEEEEERTOOO!

-¡JODER SNAKE, QUE NO TE VA A COMER!- distinguió esa voz como la de la hija mayor, Saki Walker.

-¡NO, NO ME COMERÁ, ME HARÁ ALGO MUCHO PEOR!

-¡Me cago en el coño de Yuuko!- gritó otra voz femenina.-¡Pues te largas para el cuarto de Rena!

-Sí no es con ella, no voy

-Ehhhh .///.

-¡QUE TE LARGUES YA!- gritaron Saki y la otra voz.

-Me vengaré ¡ME VENGARÉ!

Luego, después de oír unos pasos subiendo por unas escaleras, le abrieron la puerta.

-¡Hola!- saludó Saki.-Pase, por favor.

Al entrar, Sakura se quedó mirándolo. Fye se dio cuenta de ello, y le sonrió, acariciándole la cabeza.

-Hola señorita- saludó.-Ya veo que uno de los hijos de Nadeshiko ha heredado sus ojos..!ojalá yo tuviera una niña como tú, con mi Kuro-pyon ~!

Rena miró a su hermana, y luego al hombre rubio.

-El herido está en el sótano, acompáñeme- dijo Saki.

Fye la siguió, y cuando Sakura y Rena estuvieron solas, Rena preguntó:

-Vaya, yo no sabía que este hombre vivía por aquí

No escuchó respuesta de Sakura.

-¿Eeeh, Sakura?

Y, no supo cómo, su hermana sacó una bandana blanca, la cual ponía en letras grandes y coloridas:

``FAN NÚMERO UNO DEL MÉDICO BUENORRO’’

-¡¿DE DÓNDE COJONES HAS SACADO ESO?!

-¡!ME HE ENAMORADO!! *O*

-¡!ES GAY SAKURA, GAAAAY!!

-¡!ME LA FOSHA, ES MI AMOR PLATÓNICO!!

-¡Anda, quítate esa bandana y VÁMONOS!

Y se la llevó arrastrando hasta allí.

Mientras tanto, Fye revisaba el brazo de Kanda. Parecía estar pensando en algo, y no se daba cuenta de que, detrás suyo, los demás le observaban mordiéndose las uñas. Kanda, simplemente, les miraba con cara asesina.

-Tengo dos noticias ¿cuál quieres oír primero?- le preguntó Fye.

-No me importa, dígamelas- dijo Kanda.

-Primero, puedo sacarte la bala, y segundo…!te va a doler un poquitín ~!

-¿!NO SE SUPONE QUE USTED ES MÉDICO!?

-Neeee ¡claro que sí!- respondió Fye.-Pero no dispongo de anestesia, a no ser que alguien te dé un fuerte golpe y te deje inconsciente…

-¡!DE ESO ME ENCARGO YO, APARTAOS!!- gritó Saki.

-¡SAKI, DETENTE!- dijo Allen, agarrándola de la camisa.

-¡COMO ME TOQUES UN PELO, TE MATARÉ!- amenazó Kanda.

Entonces, Fye sacó un mini martillo y se lo lanzó a Kanda en la frente, ocasionando su desmayo.

-Nyaa, ha funcionado ~- dijo Fye, haciendo la victoria de Ash Ketchup.

Todos se quedaron impresionados y Lavi dijo:

-¡Yo quiero un martillo como ese! *O*

-Ven a mi consulta y te lo daré *O*

-¡Yeah!- dijeron los dos, chocando los cinco.

-Eeeeh…el paciente- recordó Allen.

-¡Es verdad!

Fye sacó unas pinzas, y sin escrúpulos, las metió dentro de la herida de Kanda. Allen comenzó a gritar, Lavi aplaudía con Saki, Sephiroth era inmune, Sora se tapó los ojos, y Rena y Sakura que acababan de llegar, subieron de nuevo corriendo las escaleras.

-¡He pillado algo!- dijo Fye.

Las sacó con cuidado y efectivamente era…

-¡La bala!- dijeron todos.

-Ahora solo me queda poner alcohol, un poco por allí, y un poco por allá, que esté al aire para que se cicatrice y…!voila, herida curada!

-¡Muchas gracias!- agradeció Saki.

-Neee, no hay problema ~

Y cuando hubo realizado lo restante, guardó sus instrumentos en el maletín, ya en la entrada de la casa.

-Bueno chicos, tened cuidado con lo que háceis…y no, no se lo contaré a tu madre a cambio de eso, que no os metáis en problemas- dijo Fye.

-De acuerdo- dijo Saki.

-¡Promesa de dedo meñique~!

-¡YO QUIERO, YO QUIERO!- gritó Sakura apartando a Saki.

Unió su dedo meñique con Fye.

-¡Bien, así me gusta!- abrió la puerta.-¡Recuerdos a Nadeshiko!

-¡Gracias!- dijo Rena, despidiéndose.

-¡MISIÓN CUMPLIDA, MARICONEO EVITADO!- dijo Snake, apareciendo.

Rena le metió una colleja.

-¡TE VOY A ENSEÑAR COMO A TRATAR A LA GENTE!

-Lo siento chata, o admites mi homofobia, o tendré que abandonarte (H)

Otro golpe fue recibido en su nuca, y Rena se fue a su cuarto.

-Anda, anda, parejita- murmuró Saki.-Ya es hora de os vayáis.

Sephiroth, Sora, Lavi y Snake se despidieron. Cuando se marcharon, vieron que Allen ya había subido.

-¿Cómo está el transexual?- preguntó Sakura.

-Bien, sigue durmiendo, luego de cenar, iré a visitarle sin que mamá se de cuenta

-Por cierto Allen ¿qué fue lo que ocurrió cuando hablabas con Sakura?- recordó Saki.

-Nos comenzaron a disparar, pero no pudimos ver de dónde procedían- contestó.-Algo raro está ocurriendo, y sé que tiene que ver con Kanda…y espero que esta noche me conteste a mis preguntas.

-No solo con Kanda, también tú Allen- dijo Sakura.-Sino…¿por qué dispararían a Rena?

-No lo sé, pero espero descubrirlo pronto

Sin previo aviso, la puerta se abrió, dejando pasar a su madre, quien iba cargada con muchas bolsas. Allen al verla, se acercó a ella inmediatamente, llevando dos para que no cargase tanto.

-Gracias cariño- agradeció ella.-¿Cómo estáis chicos?

-¡Bien!- dijeron las dos hermanas.

Antes de entrar a la cocina, su madre se quedó mirando a la cabeza de Sakura.

-Sakura cariño…¿y esa bandana?- la estaba intentando leer.

Saki le pegó un manotazo a Sakura, haciéndola caer al suelo, mientras le quitaba rápidamente la tela.

-Es el título de un anime que me estoy viendo- contestó Saki.

Nadeshiko suspiró, con una sonrisa, yéndose a la cocina. Una vez solas, Saki sintió como le mordían la pierna.

-¡KYAAAAAAA!

Sacudió su pierna y Sakura la dejó, levantándose, a la vez que le arrebata la bandana.

-¿Con que un anime, EH?

Y se marchó a su habitación.

*A la 1 de la mañana*

La puerta de una habitación fue abierta cuidadosamente. Una cabellera gris se asomó, mirando de un lado para otro. Al comprobar que no había nadie, bajó de puntillas, hasta llegar al sótano. Abrió la puerta y…

-¿Qué haces moyashi?

Allen gritó, asustándose. Se quedó quieto, esperando no despertar a nadie, y por suerte, no sucedió nada. Kanda suspiró, y él encendió la luz, para verle.

-¿!Bakanda, eres idiota!?- dijo, molesto.-¡Mi madre no sabe que estás aquí!

-Es tu culpa moyashi, que se te puede asustar tan fácilmente como a una chica- contestó Kanda.

-Te recuerdo que con un indefenso y minúsculo martillo, te desmayaste

Sabía que eso había sido un golpe bajo.

-¿A qué has venido?

-Aparte de que esta es MI casa, he venido a ver cómo estabas- contestó.

-¿No me ves?- dijo Kanda.-Estoy bien, la herida solo tiene que cicatrizar.

El silencio ocupó el lugar, hasta que Kanda vio como el moyashi se acercaba a él, para sentarse a un lado del colchón.

-Kanda….

-Quieres que te cuente lo que ocurre..¿no?

Allen no supo qué decir.

-Era obvio, y más tratándose de un imbécil que no hace más que preocuparse

-Lo siento

-Joder moyashi, lo vuelves a repetir, y juro que..

No siguió la frase, hoy no quería discutir con él, extrañamente. Allen le miró, esperando a que la siguiera, pero no lo hizo, solo empezó a contar:

-Cuando era pequeño, mis padres dirigían una empresa- ni siquiera le miraba a la cara, solo observaba a un punto fijo.- Era muy conocida por todo el país, y tenía un gran número de trabajadores, y mi padre confiaba en todos pero…hubo en concreto, una persona, casi su mano derecha, que cometió innumerables fallos. Pretendía ser él, el jefe de empresa, y hasta tenía planeado un asesinato contra mi padre, el cual, mediante otras fuente, pudo lograr enterarse..y finalmente, le echaron, y lo condenaron a la cárcel. No sé si ha muerto o si sigue vivo, pero Lavi y yo creemos que lo más probable es que sí, y que está buscando una venganza.

A Allen le costaba hablar.

-¿Y por eso…?

-El disparo de la feria y el que ha ocurrido hoy…iban dirigidos a mí- contestó Kanda.

-Pero…a mi hermana también le dispararon

Kanda miró a Allen.

-¿Qué?

-Cuando estaba hablando con Sakura, se oyó un disparo también en mi casa, y cuando te desmayaste antes, Saki me contó que Rena estaba en el jardín, y casi no la mataron.

-Maldita sea- susurró Kanda.

-¿Qué ocurre?

-¿Es que no lo entiendes?- Kanda se veía furioso.-Si eso ha ocurrido quiere decir que, el cabrón ese, ya te ha visto conmigo…y ya ha averiguado quién es tu familia, y dónde vives.

Entonces, Allen entendió el grado de la situación. Por la mente se le vinieron los rostros de sus tres hermanas y su madre, y más tarde, el de su padre, ya fallecido. No, no quería perder a más seres queridos suyos, le supondría una tremenda culpabilidad. Kanda, pareciendo leer la angustia y la agonía en los ojos grises de Allen, dijo:

-Será mejor que me aleje de vosotros cuanto antes

Allen contestó enseguida:

-¿Y dejarte a ti solo en todo esto?- preguntó él.-¡No podemos hacerlo, y tampoco lo permitiremos! Seguro que Lavi, que me has dicho que sabe de esto, pensará lo mismo que yo. No seas tan terco por una vez en tu vida, y deja que te ayudemos.

En los labios de Kanda apareció una sonrisa sarcástica.

-¿Qué prefieres entonces?- Allen se desconcertó.-¿Salvar a tu familia o salvarme a mí?

-Yo…

-Moyashi, yo ya no tengo nada en este mundo, pero tú si tienes a personas importantes- dijo.-No te atrevas a replicarme, porque es la verdad, y aléjate de mí. Todos, deben alejarse, esto es algo que solo me concierne a mí.

Había dado por finalizada la conversación, pero oyó un ¿sollozo? Se fijó que en el colchón habían caído tres pequeñas gotas, y no evitó seguir el camino de su mirada hasta el rostro de Allen. El peliblanco vio que este le observaba, y se pasó la mano por su rostro.

-Demonios ¿por qué estás..?

-Yo…

-¿Tú?

-Yo…no puedo elegir- contestó Allen, reprimiendo un nuevo sollozo.-No puedo elegir entre mi familia y tú…los dos para mí…sois importantes.

La respiración de Kanda por un momento se detuvo. Las palabras de Allen no se las había esperado, al igual que nunca, nunca en su vida, había estado desconcertado a causa de alguien como él. Supuestamente, siempre permanecía calmado, dispuesto a contestar…pero ahora, las palabras era lo que escaseaba. Tampoco nadie le había dicho aquella frase, él se había encargado de no caer a nadie bien, para no perjudicarles, sin embargo, el estúpido moyashi se había arriesgado.

‘’Los dos para mí…sois importantes’’

Allen se maldijo por no poder parar de llorar. No sabía cómo, pero no podía. Finalmente lo había dicho, había reconocido lo evidente. Y, solo pensar en que tuviera que alejarse de Kanda, le entristecía. Sintió como una de sus manos, era apartada, al igual que otra, que no era la suya, le agarraba el mentón. Vio a Kanda, y sus labios rozando con los suyos…

Hasta unirse en un beso.

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