jueves, 4 de febrero de 2010

Fic Llegando a ti/Yullen/Capítulo 12.

Rena esperaba con impaciencia a su compañero de trabajo y amigo. Syaoran estaba tardando mucho, y su mano estuvo tentada a coger de nuevo el móvil y marcar su número. Pero, de repente, sonó el timbre de su casa.

-¡Voy yo mamá!- gritó, bajando las escaleras.

Nada más abrir la puerta, Saki se abalanzó hacia ella, tirándola en el suelo.

-¡RENAAAAAAAAAAAAA~!

-Quítate….que….pesas mucho….

-¿!ESTÁS INSINUANDO QUE ESTOY COMO UNA FOCA MONJE!?

-¡QUE NO JODER!

Sakura que oyó a sus dos hermanas, bajó corriendo las escaleras, y desde el penúltimo escalón, saltó y se tiró encima de Saki.

-¡BIEENVENIDAAAAS GUARRONCIAS~! – saludó la susodicha.

-¡SAAKURA QUÍTATE!- gritó Saki, sintiéndose asfixiada.

-¿Ya no me queréis violar? ;O;

Sonó de nuevo el timbre.

-¡COÑIE QUE PUEDE SER SYAORAN!- se quejaba Rena.

-¡¿SYAORAN?!- Sakura quitó a Saki de encima, y se colocó ella sobre Rena.-¿!Y TÚ NO ME AVISAS, PUTA MÁS QUE PUTA!?

Sonó de nuevo el timbre. Su madre, quién pasaba por allí y negaba con la cabeza al ver a sus hijas, quitó de en medio con la escoba, a Sakura y a Rena, y se dispuso a abrir la puerta.

-¡Hola Sora!- saludó la mujer, sonriente.-Anda cariño, pasa.

-¿Dónde está Rena?

-Ahí- señaló.

Y efectivamente, Rena y Sakura se encontraban estampadas contra la pared.

-¿Re-rena?- preguntó Sora, asustada.-¿Estás bien?

-LASKDLSAKDLAKSDLAKDLK- contestaron las dos hermanas.

Saki se levantó y las ayudó a levantarse.

-Luego os tengo que contar una cosa a las DOS- dijo haciendo el gesto de ‘’os tengo vigiladas’’.-Espero que no os corráis viendo yaoi ¿ne Sora?

Rena se alteró saltando emocionadamente y a Sora se le iluminaron los ojos. Sakura subió las escaleras, siguiendo a Saki.

-Yo aún tengo que arreglarme para Syaoran, pero de paso puedes contarme qué te ha pasado- dijo Sakura.-Mmmmm ¿es algo bueno?

-BUENÍSIMO *O*- contestó Saki.

Los ojos verdes de Sakura se abrieron al máximo.

-No me jodas…¿ya has perdido la VIRGINIDAD?

Una colleja fue dada en la nuca.

-COJINES ;O; - Sakura se tocó la nuca.-No me digas que no es verdad…¿QUÉ EXISTE MEJOR QUE NADA QUE PERDER LA VIRGINIDAD?

-A ver, perra mía, vamos a hacerte un croquis

Entraron en la habitación de la hermana mayor, y sacó una pizarra.

-¡ESA PIZARRA ES MÍA!- se quejó Sakura.

-Pero ahora no- Saki comenzó a dibujar.- A ver, proyecto de CLAMP ¿qué necesitas para perder a eso que tu le llamas, virginidad?

-Puessssssssssssssssssssss…..

-No es difícil…

-Puessssssssssssssssssssss……

-Venga Sakura, te notaba más rápida…¬¬

-Puessssssssssssssssssssss…..

-JODER….

-Puesssssssssssssssssssssssssssss…..

-TE ROMPO EL PELUSHE DE LA YUUKO

-Puessssssssssssssssssssssssssss…..¿A UN SYAORAN ERECTO Y DESNUDO? ;O;

Le pegó con la pizarra en la cabeza.

-¡Mis ideas!

-¿QUÉ SE NECESITA?

-Faleeee, un tío buenorro

-¡BINGO!- contestó Saki, emocionada.-Pues….he conocido a uno de esos tíos <3

- …..

- ……

- …..

-….¿Cuánto tiempo vamos a estar así?- preguntó Saki.

-Lo siento, estaba pensando en qué ponerme para Syaoran é____é

-¡MI PROPIA HERMANA! ;OOOOOOOOOOOOOOO;

-¡ERA BROMA!- Sakura la abrazó.-¿CÓMO LO CONOCISTE? ¿CÓMO ES? ¿DÓNDE? ¿CUÁNDO? ¿POR QUÉ? ¿CON ROPA O SIN ROPA? ¡!EXPLICATE!

-Mientras hacía un trabajo, moreno y cabello tricolor, en el museo, después de las 2 de la tarde, no sé la razón y DESGRACIADAMENTE CON ROPA T_________T- respondió Saki a todas sus preguntas.

-OMGGGGGGGGGGGGG

*En la biblioteca*

Ya habían limpiado la mayoría de las estanterías, y solo quedaban dos más, el problema era, su longitud, demasiado largas. Ya eran casi las cinco y media de la tarde, y Kanda sabía de que el instituto no seguiría abierto hasta las 6….cerrarían antes. Sin embargo, el moyashi seguía limpiando, y por su rostro se le veía visiblemente cansado.

-Será mejor que lo dejemos- dijo Kanda bajándose de la escalera.-Solo faltan dos estanterías, no creo que pase nada si las dejamos para el día siguiente.

-Vete tú, yo las acabaré- objetó Allen.- No quiero dejarlo para mañana, porque ese día nos toca coger cajas del sótano, y se nos sumará más trabajo.

-Si que eres baka moyashi, si sigues así te caerás del cansancio

-No soy tan débil, Bakanda ¬¬- aseguró este.

-Psché, como quieras, pero yo me voy, tengo que hacer un trabajo

Allen detuvo su ritmo, y se quedó pensando. ¿Un trabajo? Intentó recordar. Sí, su hermana Saki también le habían mandado un trabajo sobre..¿egipcios? Y claro, a estas horas, era normal que Kanda quisiera irse, no por no tener más ganas de limpiar, sino porque tenía otros deberes que cumplir. Miró los libros que tenía en frente suyo. Kanda, quien ya se dirigía a la puerta para salir, se detuvo al escuchar la voz del moyashi:

-Kanda, esto te va a ayudar

No le entendió, así que giró para ver de lo que se trataba. Vio que en la mano del peliblanco, sujetaba un libro. Se acercó extrañado, haciendo un gesto para que se lo tirase desde arriba. Allen, con una sonrisa en su rostro, lo soltó. Este lo cogió sin dificultad. En la portada del libro rezaba: ‘’La sociedad en el antiguo Egipto’’

-¿Cómo demonios sabí…?

-Te recuerdo que tengo una hermana en tu misma clase- contestó Allen.- Mientras yo limpio lo que queda, tú puedes ir haciendo el trabajo….¿te parece?

Kanda se aproximó en una de las mesas mientras cogía asiento.

-Haz lo que te dé la gana

Y nuevamente, el silencio los embargó, aunque esta vez, los dos estaban seguros de que se trataba de un silencio más cómodo al anterior. Pero ese silencio no duró mucho, porque el mismo Kanda lo rompió:

-Ah, moyashi…

-Dime

-Gracias…

Allen no recapacitó hasta un rato. ¿Le había dado las gracias?

-Bueno, solo es un libro….

-Idiota, no es por el libro ¬¬

-¿Ah no? .___,

-Es por lo del laberinto de espejos

¿Cómo había sido tan tonto? Su interior estaba lleno de alegría en aquellos instantes.

-No…no es nada- susurró como respuesta.

-Podías haber sido tú el que hubiese muerto por protegerme- dijo.- Arriesgaste tu vida…que por cierto, no lo vuelvas a hacer.

La armonía recién creada se rompió.

-¿Qué no lo vuelva a hacer?- Allen no cabía de su asombro.-¿Cómo puedes decirme eso? ¡Nadie que hubiese estado en mi lugar, quisiera que murieses delante de sus ojos!
Divisó un sentimiento sombrío en los ojos oscuros de Kanda.

-Prefiero morir antes que verlos a ellos en mi lugar

Allen se dio cuenta. Había dicho algo que no debía.

-Kanda….

-Olvídalo

Vio cómo recogía sus cosas, y dejaba el libro en la mesa.

-Ya nos veremos mañana moyashi

No sabía qué hacer, ahora mismo, una oportunidad se le estaba presentando. Algo ocurría con aquel chico, Allen era consciente, y si podía ayudarle, lo haría. No quería ver sufrir a nadie, y Kanda no era la excepción por muy mal que se comportara con él. Bajó de la escalera con rapidez, teniendo cuidado de no caerse, y antes de que Kanda cerrase la puerta, interpuso su pierna.

-¿!Qué cojones estás haciendo!?- gritó Kanda, molesto.

-¡Algo está ocurriendo!- dijo Allen.-No soy tonto, me cercioro de las cosas que están a mi alrededor, y lo sucedido en la feria tiene una razón. Alguien quiere matarte, y eso tiene que ver el hecho de que no quieres que me preocupe por ti, ni que te proteja arriesgando mi vida, da igual la persona que sea- Allen sabía que en ese momento estaba afirmando de que le importaba, aún no especificando de qué manera…pero todavía no estaba seguro de ello.

-No te metas en lo que no te incumbe

-No quiero meterme, pero si puedo ayudarte yo…

-¡No necesito ayuda de nadie!- aseguró.

-¡Todos necesitamos ayuda alguna vez en la vida!

-¿!Pero con quién crees que estás hablando!?- Kanda empujó la puerta hacia Allen, haciendo que este cayera en el suelo. Vio que el moreno se acercaba, realmente furioso. Lo cogió por el cuello de la camisa, y Allen notó que tocaba levemente con las puntas de sus pies, el suelo.

-Solo quiero decir….que tienes amigos- murmuró Allen, intentando hablar.- Y es muy duro si además, no tienes familia.

-¿Quién te dijo eso?- le preguntó, sin soltarle.

-El director lo dijo….aquel día: no tienes constancia de unos padres- quería que le soltase.- Sé que es perder a alguien…

-¿Ah, sí?- Kanda sonrió, irónicamente.-Que yo sepa, tienes a tres hermanas moyashi, no me hagas reír.

-¿Quién te ha dicho…que yo tenga padres?

La pregunta desconcertó a Kanda. En parte tenía razón, el no podía juzgarle, porque no sabía sobre su vida personal. Allen, intuyendo sus dudas, le contestó:

-Mi padre murió…protegiéndome- no solía hablar de eso, pero quería hacerle entender al otro.-Y desde aquel día, yo siempre he protegido a los que más importan...es verdad, a veces pude sentirme culpable en ese día, pero comprendí porqué lo hizo. Porque yo le importaba, me quería, tanto en lo bueno…como en lo malo.

Kanda no podía pronunciar palabra, y sabía que no encontraría las adecuadas para contestarle. Con lentitud, soltó a Allen, y este lo agradeció interiormente, ya que pensaba que le pegaría ahí mismo, pero no apartó su mirada.

-Entonces…explícame cómo puedes sonreír

Allen no le entendió.

-¿Cómo puedo…sonreír?

-Sí, siempre andas sonriendo, no hay ningún día que no te haya visto de esa irritable forma, sin contar con este día- dijo Kanda.

-La verdad es que, sonrío para no preocupar a nadie- suspiró.-No quiero que mis hermanas y mi madre sufran por mí. Ni mis amigos. Nadie de los que me rodean. Puedo estar triste muchas veces, pero igualmente, me esfuerzo por hacerlo…siempre lo he hecho.

-Psché…

-¿Qué?

-Que eres un idiota ¿te preocupas por los demás pero no quieres que se preocupen por ti?- una media sonrisa apareció en su boca.- Es irónico, me reprochas lo mío cuando tú estás en mi misma situación…

Allen bajó la mirada. Tenía razón.

-Yo…lo siento

-No pidas disculpas por tonterías, moyashi pero una cosa…- le cogió por el mentón, para que lo mirase directamente.- Si quieres que yo acepte tu ayuda o las de los demás…tu debes de hacer lo mismo.

-¿E-eso lo estás diciendo tú?

-No, si te parece te lo dice el conejo…será mejor que nos marchemos, ya acabaré el trabajo en mi casa.

Allen asintió, recogiendo sus pertenencias. Antes de salir, le preguntó a Kanda:

-¿Por qué lo haces?

-¿A qué te refieres?

-‘’Si quieres que yo acepte tu ayuda o las de los demás…tu debes de hacer lo mismo’’- repitió Allen.

-Es...una forma de conocernos mejor, pero tampoco tengas fe de que te deje de llamar moyashi

-Llegando hacia ti…- susurró Allen.

-¿Qué has dicho, piojo?

-Nada Bakanda- contestó, sonriendo.-Solo pensaba que tengo hambre ^^

-Eres peor que una población entera ¬¬

Y la biblioteca quedó solitaria.

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